Reseña a La casa de las flores, la película

Por Valentina Martínez

La familia De la Mora, protagonista de la conocida serie mexicana La casa de las flores, que ya había tenido su temporada final en 2020, vuelve a las pantallas de la plataforma Netflix en formato de película, dirigida y escrita por Manolo Caro y Gabriel Anuncio. Si nos remitimos a la serie, fue estrenada en la misma plataforma en 2018 y tuvo dos temporadas más los años siguientes. En ese momento la serie logró suscitar mucho interés, apostó por un humor negro, la reversión de clásicas novelas mexicanas pero con un ideal de visibilización de la comunidad LGBTIQ+. Los personajes protagónicos son Paulina De la Mora (Cecilia Suárez), Julián De la Mora (Darío Yazbek) y Elena De la Mora (Aislinn Derbez). Cabe destacar que esta película no corresponde a una cuarta temporada, ya que la historia tuvo un cierre argumental al final de la tercera temporada. Se trata de una película que no funciona como una obra independiente, ya que para entender cada peculiaridad de les personajes y el argumento se vuelve necesario comenzar por las temporadas ya mencionadas.

En cuanto al guión, la historia central y las sensaciones que transmite la puesta en escena, la película se centra en el personaje de Delia, quien es la nana y cuidadora de los hermanos De la Mora. La película comienza cuando ella es diagnosticada de cáncer y se encuentra en su fase terminal. Ahí tiene una revelación sobre un tesoro escondido en la ex -casa de la familia De la Mora. Aquel tesoro, podría ayudar en el juicio de Agustín Corcuera, quién por ocultar sus preferencias sexuales, asesinó a Pato, el padre de Paulina De la Mora. Por esta razón, Paulina incita a sus hermanos Julián y Elena a ingresar a la casa para rescatar este tesoro.

En primer lugar, me parece importante señalar que sin la enfermedad de Delia, la película podría haber sido un capítulo extendido de la temporada tres, ya que toda la película se sustenta en esta nueva aventura de búsqueda, donde los protagonistas se reencuentran con su pasado vinculado a su infancia al cuidado de Delia y cómo la vertiginosa relación disfuncional de sus padres se fue desarrollando a través de los años. Sin embargo, a partir del mismo tema, entra en discusión cuánta importancia se le da a la enfermedad de Delia durante la película, pues es una buena excusa para la reunión de los hermanos. Esa historia está muy poco desarrollada, aun cuando la trama prometía ser la principal. Del mismo modo sucede con la historia de otros personajes, quedan muchos vacíos en el desarrollo y dificulta la atención en una sola trama.

Un segundo aspecto importante es que persiste en la lógica dual y de cambios de temporalidades, forma narrativa que se presentó en la tercera temporada. Por un lado, se nos muestra la ideación del plan y de cómo los hermanos lo llevan a cabo, inmiscuyéndose en una fiesta de la nueva dueña de la casa. En paralelo nos muestran algunos recuerdos de los años ochenta de Virginia, la madre de los hermanos De la Mora y de cómo ella intenta hacer justicia tras la muerte de Pato.

Todo el humor se basa en la crítica humorística a las distintas personalidades de los personajes, desde la protagonista que es Paulina, hasta personajes secundarios como las drags de la florería”

Un tercer aspecto que rescatar es el humor negro. Existen momentos en que se hace referencia a los recurrentes chistes provistos en las temporadas anteriores y que inclusive para los nuevos espectadores podrían causar algún esbozo de sonrisa. Todo el humor se basa en la crítica humorística a las distintas personalidades de los personajes, desde la protagonista que es Paulina, hasta personajes secundarios como las drags de la florería. Es un gran acierto del director Manolo Caro el hecho de establecer el humor bajo la lógica de que al ser familia tienen el derecho de burlarse de ellos mismos.

Finalmente, puedo concluir que La Casa de las flores: la película tiene ciertas falencias argumentales. Se hace evidente el alargue de la conocida serie. Es un filme que recomendaría ver luego del último capítulo de la tercera temporada de la serie, como si fuese un capítulo extendido. Este proceso permitirá comprender de mejor manera todas las tramas presentes. Es más una película para un público ya cautivo que una gran apuesta cinematográfica. Nada malo para pasar la tarde.