Reseña a Prometeo Nacional

Por Héctor Andrés Rojas

El GAM estrena Prometeo nacional en formato de radioteatro a través de la plataforma Spotify. Esta búsqueda en contexto de emergencia sanitaria reactiva esta práctica teatral que tuvo su apogeo en la programación radial chilena hacia mediados del Siglo XX. La obra ha sido expuesta años antes en lecturas dramatizadas y también en su puesta en escena en diversos escenarios a lo largo de Chile.

La migración los confronta a la formación política obrera, que cuando logra ser consciente de su propia explotación y participa de la política nacional, termina por ser oprimida por la fuerza”

La obra, escrita y dirigida por Gisel Sparza Sepúlveda, recurre a herramientas propias de la tragedia griega como el diálogo entre coro y personajes. La musicalización está dirigida por Javiera Hinrichs Deppe, quien además es intérprete junto a Alfonso Esteban Lara. Consiste en una construcción de voces que anuncian y relatan algunos acontecimientos y los acompañan por variaciones políticas del repertorio de música nacional, variaciones de bromas intermedias, como es común en las interpretaciones de cuecas. A esto se suman la propia voz del personaje protagónico y audios de entrevistas. Prometeo nacional hace un uso estratégico de los recursos sonoros y presenta una atractiva experiencia teatral de casi una hora de duración.

La historia presentada en esta apuesta por el radioteatro es la del icónico caso de Sebastián Acevedo Becerra, a quien la CNI le secuestró a dos de sus hijos en plena dictadura militar. Como medida de presión se prendió fuego frente a la catedral de Concepción el día 11 de noviembre de 1983. La realización de Prometeo nacional no se limita al relato de estos terribles acontecimientos, su apuesta más bien lo emparenta en el tratamiento y en su sentido total con la idea de una tragedia. Sebastián parece luchar contra un destino imposible de confrontar, pero que no es encarnado por una caprichosa deidad a la que se le haya insultado, sino que frente a un régimen autoritario que violó sistemáticamente los Derechos Humanos. Siendo así, no logra ocurrir una catarsis en términos aristotélicos que pueda producir algo semejante a la formación ciudadana. El destino es trágico pero no existe una experiencia de aprendizaje para los espectadores, ya que la violencia dictatorial es sobre el terror descubierto.

¿Cómo se construye un preso político? Prometeo nacional presenta, desde una dolorosa resignación, el relato de cómo en el contexto dictatorial al preso se le construye, les meten armas que luego serán la evidencia para completar la condena en un procedimiento que, viciando el sistema judicial, regulariza la construcción de un delito”

La historia de Sebastián Acevedo es ejemplificadora de la historia nacional. Proviene de una familia en algún lugar de Arauco y se asientan en la zona minera de Coronel en búsqueda del trabajo. La migración los confronta a la formación política obrera, que cuando logra ser consciente de su propia explotación y participa de la política nacional, termina por ser oprimida por la fuerza: “¿Qué ley fue la que rompieron? Los hijos de Prometeo delinquieron robando la carne que estaba destinada solo a los dioses, por eso fueron castigados”. Con esto se completa la relación analógica entre el mito de Prometeo y la fatídica historia de Nicolás Acevedo y sus hijos.

¿Cómo se construye un preso político? Prometeo nacional presenta, desde una dolorosa resignación, el relato de cómo en el contexto dictatorial al preso se le construye, les meten armas que luego serán la evidencia para completar la condena en un procedimiento que, viciando el sistema judicial, regulariza la construcción de un delito. Se trata de la tragedia de la lucha ante la injusticia institucionalizada. La apuesta musical aporta el acompañamiento de los acontecimientos y los vuelve una experiencia de reflexión que incluso recurre a formas del humor, por lo que se ayuda del carácter de denuncia festiva de la música popular: “¿Por qué a Pinochet le decían el Hood Robin?/ Le robaba a los pobres para darle a los ricos”.

Se trata de una obra que ofrece una mirada a la violencia a través de las herramientas de la tragedia clásica y de la música, las que permiten darle forma a una experiencia del dolor y la injusticia difíciles de dimensionar. Prometeo nacional es, por tanto, una apropiación del mito que invita a la conformación de un pensamiento de lo nacional a través del reconocimiento de que quiénes somos es el efecto de una concepción de nación violentada. Sebastián Acevedo, en la voz de Alfonso Esteban Lara, expresa solo haber querido ser padre, haber nacido con vocación de padre, pero el Estado le quitó eso y se convirtió en arte. El brazo armado de la dictadura fue su deux ex machina, que interrumpió el curso de su vida y lo convirtió en historia. Este montaje es también parte de un trabajo de memoria.

Ficha artística

Dramaturgia y dirección: Gisel Sparza Sepúlveda

Dirección musical e intérprete: Javiera Hinrichs Deppe

Intérprete: Alfonso Esteban Lara

Sonidista: Marta Fernández Puentes

Comunicaciones: Paulina Barrenechea Vergara

DISPONIBLE en la en el canal del GAM en la plataforma Spotify