Reseña A solas de Gabriela Arcos

Por MalditoLeo

A Solas, primer EP de la cantante chilena Gabriela Arcos y oriunda de Antofagasta, es el primer fonograma que dará la partida a esta pequeña columna que tendrá como propósito transmitir de manera responsable y respetuosa lo que provocan dichos trabajos musicales a este simple mortal.

Gabriela Arcos describe su estilo como un Pop melancólico y vaya que tiene razón. Incluso con su primera canción, “No lo volveré a hacer”, pareciera que su ritmo más “animado” apuntaba hacia el lado contrario, pero la letra y la seguidilla de acordes te deja ese toque de amargura. Una canción con una onda noventera y la guitarra de palo es erguida como protagonista. Su voz va acompañando los acordes de una manera impecable. Destaca la dulzura en la melodía que incluso tarareándola funcionaría cabalmente. Si te gusta la primera etapa de la cantante penquista Dulce y Agraz, la Gabi será el soundtrack de esos días en los que se quiere hacer del sufrimiento una experiencia de belleza sonora.

“Tener Diecisietes” me invitó a recordar la adolescencia, cuando escuchaba música encerrado en mi pieza y pensando que el mundo era lo mejor que había. Esa época sin preocupaciones ni deberes de adulto. Y es que ese es justamente el principal acierto de la cantante nortina: es imposible no sentir con su música. La simpleza de la melodía le permite hacer arreglos vocales que van embelleciendo cual pino en navidad. Creo que es en esta canción en donde más se lucen aquellas voces que no destacan, pero sí se hacen notorias. La guitarra electroacústica se deja de lado para darle espacio a la eléctrica. Una mano inteligente en donde el recurso del rasgueo, que en lo personal no me gusta, funciona bien. Pero el recurso de la guitarra tapadita en la parte C o tercera estrofa, creo que saca a relucir la mejor versión de la viola metálica en esta versión del Pop.

“¡Cómo suenan esos violines! Si bien la técnica Pizzicato (pellizcar las cuerdas) es algo que no se ve mucho hoy día, vaya que funciona bien”

La tercera canción, “El humo”, también explora el sufrimiento como motivo. -mi canción favorita al álbum-. La lírica en este caso se destaca: “El humo aún me recuerda a ti”. Acá la letra plantea la experiencia de la pérdida y la ausencia, lo que confluye con las dos guitarras. El juego de las eléctricas entre arpegios y acordes inteligentemente lanzados para darle el ambiente a una canción que se corona con los violines. ¡Cómo suenan esos violines! Si bien la técnica Pizzicato (pellizcar las cuerdas) es algo que no se ve mucho hoy día, vaya que funciona bien. La batería aparece junto con los violines para construir un ambiente que se corona con el solo de lo que, a mi parecer, es un corno. Podría ser un corno digital, pero cumple bien. Gabriela Arcos saca sus mejores dotes de letrista, compositora e intérprete. Se hace todo bien en esta rola.

“Noches de Verano” es una canción casi ambiental. Se nota la experimentación o búsqueda de generar algo novedoso. Acá, desde mi apreciación, sobra la guitarra eléctrica, incluso me atrevo a decir que molesta. Era canción para sintetizadores con un par de adornos solitarios de la eléctrica. Sin embargo, su voz no falla. Casi como una canción susurrada, te mete en el sentimiento que quiere transmitir.

El disco cierra con una canción guitarreada: “Esperanza”, que es la canción lado B de este trabajo. En esta canción se pude observar la influencia de cantantes como Martina Lluvias y Niña Tormenta. Una canción linda en todas sus letras que nos introduce en un ambiente casi de bosque. Se trata de una canción impecable para culminar un trabajo que promete interesantes producciones futuras. Una canción que en un principio aparenta ser chiquita, sin embargo, tal como un edificio que se construye por partes, los sonidos, instrumentos y voces se van sumando para finalmente mostrar la belleza en su conjunto. Una canción simple y con dinamismo en la producción.

Un trabajo musical envidiable además de fácil de escuchar. Una invitación a escuchar la textura de la voz de Gabriela en esta seguidilla de canciones que fueron hechas para realzar esa tonalidad familiar y agradable. Son canciones a la medida de una voz que ya tiene su firma desde la primera nota.


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