Reseña a Nuestra parte de la noche de Mariana Enríquez

Por Ámbar Castillo Manríquez

Viajes, sociedades secretas, la búsqueda de la vida eterna, protección, SIDA y miedo es lo que encontramos en Nuestra parte de noche, novela escrita por la autora argentina Mariana Enriquez. La historia trata sobre Juan y su incansable intento por proteger a su hijo Gaspar del mismo destino que él vive: transformarse en un dios oscuro con garras doradas, que devora, descuartiza y destruye todo lo que se encuentra a su alrededor para servirle a la Orden, sociedad secreta que se dedica a contactarse por medio y a costa de Juan, con una entidad a la que llaman Oscuridad, con el fin de conseguir la vida eterna. Estos contactos debilitan a Juan, lo que hace que los líderes de la Orden a través de métodos escalofriantes busquen desesperadamente otro médium, secuestrando personas, haciendo experimentos… todo en un clima político favorecedor: la dictadura en Argentina, puesto que “Los crímenes de la dictadura eran muy útiles para la Orden, proveían de cuerpos, de coartadas y de corrientes de dolor y miedo” (156).

“lo que al comienzo impacta debido a la manera tan explícita y detallada que nos brinda Enriquez en su escritura, a los que nos vamos acostumbrando al continuar con la lectura”

Bajo esta premisa, en el primer capítulo la autora nos lleva con Juan y Gaspar en un viaje desde Buenos Aires hacia las Cataratas de Iguazú, en el cual nos encontramos con rituales sagrados, invocaciones, ceremonias secretas, ataques sangrientos, lo que al comienzo impacta debido a la manera tan explícita y detallada que nos brinda Enriquez en su escritura, a los que nos vamos acostumbrando al continuar con la lectura, al punto de normalizar los rituales de invocación sexuales, el interior cambiante de una casa abandonada o un Lugar Oscuro.

Lo que tiene de particular esta novela es que lo más macabro que presenciamos no son precisamente las situaciones sobrenaturales, sino las acciones humanas que ocurren en la historia: túneles con chicos y chicas secuestradas, con modificaciones en su cuerpo, torturados, sin comida, conviviendo con la podredumbre de los que ya debían estar muertos (158), experimentaciones de una de las líderes con su hijo mayor con el fin de crear un médium, el asesinato por conveniencia de la esposa de Juan por parte de la madre de esta, el maltrato físico extremo de Juan hacia Gaspar. Da una sensación realmente impactante el leer esas escenas, debido a que estamos entrando en el mundo de lo sobrenatural, nos acostumbramos a él y, de pronto, sucesos que pueden ocurrir perfectamente en nuestra realidad nos dejan paralizades debido a la brutalidad de estos.

“todo esto mientras el clima en Argentina también cambia, pasa de la dictadura a la democracia, ocurre el boom del SIDA, las masivas muertes por este y el miedo y desconocimiento colectivo, lo que vuelve a esta novela cada vez más intrigante”

Cabe señalar que aunque sea una historia muy excéntrica, también encontramos en ella rasgos que tocan la cotidianeidad, puesto que a lo largo de esta también acompañamos a Gaspar en su crecimiento y desarrollo, lo vemos hacer amigos, fumar por primera vez, tener sus primeras manifestaciones de poderes sobrenaturales, pelear con su padre, tener miedo, estar confundido, odiar a su padre, amar a su padre, ver morir a su padre… todo esto mientras el clima en Argentina también cambia, pasa de la dictadura a la democracia, ocurre el boom del SIDA, las masivas muertes por este y el miedo y desconocimiento colectivo, lo que vuelve a esta novela cada vez más intrigante.

Me parece importante destacar también que una de las razones por las que este libro me llamó la atención fue la obra que tiene en la portada: El ángel caído de Alexandre Cabanel, una pintura que representa a Lucifer, mirando con ira hacia su padre, Dios y que podría funcionar como una clave de lectura para comprender la conformación de Gaspar: la soberbia, rebeldía e insumisión. Fue difícil no adoptar la imagen del ángel caído para Gaspar a medida que avanzaba el relato, pese a que físicamente Enriquez le describe de otra manera. Me pareció una elección de portada muy inteligente, además de llamativa.

Nuestra parte de noche es una novela que nos incita a repensar nuestros miedos y cuestionarnos si son reales o no. Ofrece además una versión de la historia sobre el desarrollo social de Argentina entre los años 1981 y 1997 mediante las vivencias de los personajes; propone una tradición familiar totalmente fuera de lo común, con elementos sobrehumanos; conecta la historia entre personajes con tanta sutileza que hay que leer unas cuantas veces para entender lo que está pasando, y por sobre todo, hace que al terminar la lectura, una como lectora ni siquiera note que fueron 667 páginas que se leyeron en menos de una semana, lo que le valió a Mariana Enriquez en 2019 el 37° premio Herralde de novela.

Bibliografía

Enriquez, Mariana. Nuestra parte de noche. Barcelona: Anagrama. 2019.