Reseña a Próximos días de Francisco Ortega

Por Aved Godoy Olivares

Encerrados y desconectados del resto del mundo, con miedo y desconfianza del gobierno y de lo que podría ocurrir con ellos y sus familias. Esta es la situación a la que se enfrentan los habitantes de Santiago de Chile desde el día en que ocurrió el apagón masivo y la nieve empezó a caer desde ese cielo de verano completamente pulcro y despejado. Desde ese día, Alberto, su esposa y sus dos hijos, la familia protagonista de la novela Próximos Días del autor chileno Francisco Ortega (2021) luchan por sobrevivir en el fin del mundo.

“Desde las primeras páginas comienza la desgracia de la ciudad, ya que estar incomunicados conlleva una preocupación no solo por ellos mismos sino también por sus familiares y amigos”

El primer problema que asedia a la ciudad es un apagón total que no solo acaba con todas las comunicaciones, sino que también deja obsoletos todos los medios de transporte, haciendo imposible movilizarse por la ciudad y salir de esta. Una catástrofe al puro estilo de La guerra de los mundos de Spielberg (2005), adaptación de la clásica novela del mismo nombre publicada por H. G. Wells en 1898. A pesar del apagón, las familias de la ciudad hacen el esfuerzo por mantener la calma y siguen las instrucciones que les da el gobierno. Desde las primeras páginas comienza la desgracia de la ciudad, ya que estar incomunicados conlleva una preocupación no solo por ellos mismos sino también por sus familiares y amigos que no residen en las cercanías, o que directamente viven en otras regiones del país.

La particularidad de la novela es que consigue mostrar la decadencia de los habitantes de Santiago; deja ver claramente cómo se quiebra el espíritu de todas las personas y cómo la esperanza abandona sus vidas para dar paso a la desesperación y la incertidumbre. Todo esto sin dejar indiferente a ninguna persona. La forma en que la novela muestra este miedo y desesperanza es haciendo mención de cómo viven los problemas las distintas personas de la ciudad, desde niños a adultos: “En todas las esquinas se amontonaban cuerpos de gatos, perros, conejos y pájaros. Niños lloraban desesperados al ver a sus mascotas tiesas … En la puerta de una casa, una señora caía sobre sus rodillas y gritaba desesperada ante los cuerpecitos de tres poodles tan pequeños como muertos” (53).

El autor aprovecha las instancias en que ocurren desgracias, como la muerte masiva de los animales de la ciudad y la desaparición inexplicable de algunos ciudadanos, para mostrar cómo estos sucesos afectan la cordura de las personas, incluso de los niños y niñas, y cómo los abandona la esperanza: “La noche en que empezó a nevar murieron todas las máquinas, veintitantos días después los animales, ¿al mes nos correspondería a nosotros? Estaba seguro de que no era el único que había hecho el cálculo” (55).

“el encadenamiento de sucesos y la tensión que se crean facilitan que se genere la condición de no poder soltar el libro”

La novela también cuenta con un acercamiento al lector mediante un lenguaje coloquial que se percibe como un registro verosímil de la variedad dialectal chilena: “No me contestes, ¡el saco de huevas de tu hermano!” (45). Otra característica que acerca aún más la novela a quién la lea es el uso de espacios reales y de tránsito común, tales como el metro de Santiago y calles como Tobalaba. También se mencionan hechos históricos recientes que agregan más características nacionales a la obra, como la pandemia del Covid 19 y el estallido social de 2019: “¿Recuerdas la revolución de octubre de hace años, el Chile despertó?” (32). La obra ofrece una lectura rápida y simple, contando con un formato de capítulos cortos, de entre 4 y 7 páginas cada uno, con una letra grande y lenguaje fácil de digerir. Sumado a esto, el encadenamiento de sucesos y la tensión que se crean facilitan que se genere la condición de no poder soltar el libro, mantiene al lector expectante de si los personajes lograrán o no sortear los incontables obstáculos que aparecen frente a ellos.

La novela Próximos Días logra mostrar cómo los personajes, a medida que las desgracias se van acumulando, pierden gradualmente su fe de salir de la terrible situación en la que se encuentran. Toda la ciudad cae presa del caos y, con el pasar de los días, las cosas van de mal en peor: primero el apagón y la nieve, después los animales, después el fuego y las desapariciones. Sobrevivir cada vez parece un sueño que se escapa de las manos de toda la población de Santiago de Chile. Todo esto contado mediante diálogos muy coloquiales y descripciones de paisajes del centro de Chile.

Bibliografía:

 Ortega, Francisco. Próximos Días. Santiago: Zig-Zag, 2021.