Reseña a  La Vía Damma de Francisca Solar

Por Ámbar Castillo Manríquez

Damna viene del latín damnatio, la condenación al castigo eterno del infierno (76). Es por esta razón que en la novela La Vía Damna de Francisca Solar el Fuerte Bulnes, que se encuentra en la Región de Magallanes, luego del año 1852 toma este nombre por el asesinato indiscriminado de personas inocentes por parte de los soldados que irrumpieron en el lugar, enceguecidos por la codicia.

Luego de este acontecimiento, avanzamos 53 años en el tiempo, en el Chile de la República Parlamentaria, en donde vemos a Paula de Ferrari, mujer italiana y baronesa de Biancavilla, por título heredado de su padre, además de ex carmelita descalza, llegar a la región dispuesta a brindar ayuda a una Orden religiosa que ampara a les alienades que habitan el fuerte, sin saber aún todo el misterio y oscuridad que circunda aquel lugar, sin imaginarse que “si entras, no sales” (73).

“desde el primer capítulo notamos un temple de ánimo sombrío y misterioso, es como si al leer realmente pudiésemos sentir el gélido ambiente del fin del mundo”

Una de las principales razones por la que esta novela llamó mi atención es el género al que pertenece. Luego de haber leído a Mariana Enriquez y sus múltiples maneras de integrar el terror en sus escritos, quise embarcarme en algo nacional y reciente. Es así como di con La Vía Damna, novela que ostenta el ser la primera obra de una escritora chilena en ser publicada por el célebre sello de terror, fantasía y ciencia ficción de la Editorial Planeta: Minotauro. Y es que desde el primer capítulo notamos un temple de ánimo sombrío y misterioso, es como si al leer realmente pudiésemos sentir el gélido ambiente del fin del mundo, junto con la percepción del clima tenso y lúgubre entre los habitantes del lugar. Por lo que la autora logra que nos involucremos de lleno en la obra desde la primera página, intuyendo que la sensación de incomodidad y desasosiego por lo venidero no terminará hasta el fin de la novela, característica que considero destacable en una buena ficción de terror.

Atado al hecho de que es una novela con un enganche inmediato y constante, también me parece propicio enaltecer la manera en la que la autora describe físicamente el período en el que está enmarcada: fines del siglo XIX y comienzos del XX, en pleno Chile Parlamentario, lo que nos hace proporcionarle una estética a la imagen mental que nos creamos de los lugares y personajes bastante peculiar. Si tuviese que describir el filtro, vestimenta, y ambientes utilizados para la película que se creó en mi mente al leer, sería algo así como lo que podemos apreciar en Sweeney Todd: el barbero demoníaco de la calle Fleet. Descripciones tales podemos encontrar en páginas donde la autora detalla cómo se fundó Punta Arenas, y nos menciona que en el poblado

se contaba con una escuela, un gobernador propio, … una iglesia y un cuartel militar que servía también de cárcel …. También había un hospital, pero solo trataba afecciones menores. Los enfermos graves y contagiosos se derivaban al Fuerte Bulnes, más que como una medida de aislamiento, como un castigo (85)

Evidenciando no solo el ambiente físico de la naciente ciudad, sino también su percepción sobre los enfermos, por ejemplo, lo que denota su ética y moral.

Si bien los dos puntos mencionados anteriormente son relevantes para la obra y su apreciación, el aspecto más distinguido es Paula. La baronesa octogenaria implacable pero también indulgente, en la que podemos presenciar una dicotomía perfectamente balanceada, como cuando le dice a Sixto, su lacayo “¿Te parece que dos o tres escalones son una amenaza para mí?” (27), pero luego nos enteramos de que ella “sentía una conexión especial con el dolor del ser humano. Si ella podía aplacarlo, para quien fuese, algo haría, sin dudar” (83). Es por esto último que Paula se ve involucrada en el entrampamiento de nivel político que surge cinco décadas atrás, en la matanza de 1852, teniendo que ingeniárselas para contribuir en la situación que se entran los líderes religiosos que resguardan la Vía Damna y sus moradores, adentrándose en ella sin temor y sin dudar, porque hay un bien común mayor que ella misma.

En definitiva, La Vía Damna es una novela que, tanto por su articulación como sus descripciones y personajes, se vuelve atrapante e innovadora en el ámbito del terror chileno. Además, es ligera de leer, lo que la vuelve idónea para quien quiera incursionar en el género del terror latinoamericano. Y es que cuando entras en la novela, no sales, la lectura se apodera de una y sí o sí se debe continuar hasta el final.

Bibliografía

Dir. Burton, Tim. Sweeney Todd: el barbero demoníaco de la calle Fleet. 2007.

Solar, Francisca. La Vía Damna. Santiago de Chile: Minotauro. 2022.