Cuando pensamos en la Biblia, generalmente se nos vienen a la cabeza historias sobre serpientes convenciendo a la primera mujer de cometer el primer pecado, diluvios, nefilims, Moisés, Jacob, Sansón… pero rara vez pensamos en otras mujeres: la esposa de Moisés, las yernas de Noé y muchas otras figuras femeninas que quedan relegadas al olvido. Las Mujeres de la Biblia, de Carlos Tromben y Paz Vargas, 2024) viene justamente a remediar esa omisión, rescatando y resignificando las historias de estas mujeres.
Quisiera comenzar destacando la portada de este libro, inspirada en la obra de Guido Reni, “Salomé con la cabeza de San Juan Bautista”, la cual encapsula la tensión entre la visión tradicional y la reinterpretación moderna de las mujeres bíblicas. La imagen de Salomé, una mujer que encarna poder, violencia y una complejidad emocional, nos invita a los lectores a cuestionar las interpretaciones tradicionales de estas figuras. Al igual que esta imagen, en lugar de presentarlas como seres distantes o divinos, Tromben y Vargas proponen a las mujeres de la Biblia como humanas, con emociones, decisiones y circunstancias que las hacen más accesibles y cercanas a la realidad cotidiana.
“Se aleja de la majestuosidad con que estas figuras suelen ser vistas en los relatos religiosos, abriendo un espacio para discutir temas como la sumisión, el poder, el amor y la violencia que atraviesan la historia de estas mujeres”
Por otra parte, el libro, al integrar pasajes bíblicos literales y análisis contemporáneos, nos permite entender a las mujeres de la Biblia desde una perspectiva más crítica. Se aleja de la majestuosidad con que estas figuras suelen ser vistas en los relatos religiosos, abriendo un espacio para discutir temas como la sumisión, el poder, el amor y la violencia que atraviesan la historia de estas mujeres. Cada figura femenina se convierte en un símbolo de resistencia, lucha por la autonomía y las complejidades de su rol en una sociedad patriarcal y en lugar de verlas como estatuas de mármol, nos las presentan como personas que pudieron haber existido en nuestro mundo, tal como la primera mujer según la biblia actual, Eva: “Según la fábula de la creación, este primer hombre se deprime rápidamente a pesar de las maravillas que ha puesto el eterno a su disposición en el jardín de Edén… Cuando el hombre despertó, sorpresa, había una mujer a su lado… Nosotros la llamaremos ‘Complemento’” (21). Este ‘complemento’, una mujer creada para acompañar al hombre, es solo el comienzo de una historia universal en donde las mujeres somos invisibilizadas o presentadas en roles secundarios y pasivos.
Creo que hay que hacer un mea culpa porque nunca nos preguntamos por las que procedieron casi directamente a Eva, aunque conocemos de memoria la historia de Caín y Abel, por lo que los autores nos dedican un capítulo entero para hablar sobre ellas. Ornamento y Sombra son esposas del tatara-tataranieto de Caín, Lamec, y aunque apenas se mencionan en la Biblia, su historia está marcada por un poema que se les atribuye. El poema dice: “Oigan mi voz, esposas de Lamec; presten oído a mi dicho: A un hombre he matado por haberme herido, sí, a un joven por haberme dado un golpe. Si siete veces ha de ser vengado Caín, entonces Lamec setenta veces y siete” (Génesis 4:23, 24). Este pasaje, que muchos pasamos por alto probablemente toda nuestra vida (o al menos yo, hasta que leí este libro), da cuenta de mujeres que, aunque históricamente marginadas, no estaban ausentes de la violencia y las tensiones de su tiempo. Así, los autores nos muestran a estas mujeres no como figuras pasivas o subordinadas, sino como parte activa de una sociedad que luchaba por sobrevivir.
“Nos recuerda que las mujeres no hemos sido solo figuras divinas o lejanas, sino seres humanos con luchas, emociones y contradicciones tan reales como las de cualquier otra persona”
Finalmente, el libro no se limita a presentar historias con un enfoque meramente narrativo, Las Mujeres de la Biblia no es una novela ni un relato ficticio. Si bien la obra actualiza las historias bíblicas de muchas mujeres, también mantiene un fiel respeto por los textos originales. A través de su estilo accesible, con humor y toques de chilenismos, Tromben y Vargas nos invitan a cuestionarnos: ¿Por qué esto no aparece en la Biblia?
Se trata de una obra ligera y fácil de leer, también profunda, que nos hace repensar cómo la sociedad ha visto y tratado a las mujeres en la Biblia y en la vida en general a lo largo de la historia de la humanidad. Nos recuerda que las mujeres no hemos sido solo figuras divinas o lejanas, sino seres humanos con luchas, emociones y contradicciones tan reales como las de cualquier otra persona. Es una invitación a redescubrir sus historias y, tal vez, a cambiar la forma en que las vemos.
Referencias
Tromben, Carlos y Paz Vargas. Las mujeres de la Biblia. Zig-Zag, 2024.