Por Ámbar Castillo Manríquez

Mariana Enriquez, reconocida por su capacidad para transformar lo cotidiano en pesadilla y lo sobrenatural en algo familiar, nos presenta su más reciente antología de cuentos, Un lugar soleado para gente sombría. Conocida y amada por haber consolidado una voz que no solo dialoga con el género de terror, sino que también lo reconfigura desde una perspectiva profundamente latinoamericana, en esta nueva colección plantea un cambio significativo en su estilo, lo que podría atribuírsele a una exploración creativa o, tal vez, una pérdida de su esencia.

“Lo que antes era una característica distintiva de Enriquez—su habilidad para ofrecer finales devastadores o reveladores, dependiendo del caso—parece haberse diluido. En su lugar, encontramos desenlaces que, aunque coherentes dentro de la narrativa, no alcanzan a cerrar el ciclo emocional o argumentativo que las premisas sugieren”

En esta antología, Enriquez despliega una vez más su talento para las premisas intrigantes. Relatos como “Los himnos de las hienas” parten de ideas sumamente sugestivas: un zoológico quemado, hienas merodeando, un castillo abandonado, una persona con tratamiento psiquiátrico que se adentra en lugares oscuros. Sin embargo, aunque el inicio cautiva y genera grandes expectativas, el desenlace carece del impacto esperado, dejando una sensación de vacío. Algo similar ocurre con “Julie”, donde la protagonista atrapada -no contra su voluntad- en una relación con entes sobrenaturales, es rechazada por su familia, aunque esta sea la causante de su condición, no logra un cierre contundente, literalmente mis notas en el libro son “¿y dónde está el final de la historia?”. Lo que antes era una característica distintiva de Enriquez—su habilidad para ofrecer finales devastadores o reveladores, dependiendo del caso—parece haberse diluido. En su lugar, encontramos desenlaces que, aunque coherentes dentro de la narrativa, no alcanzan a cerrar el ciclo emocional o argumentativo que las premisas sugieren.

Uno de los mayores atractivos de la escritura de la autora ha sido siempre su cercanía. Leer sus relatos anteriores era como escuchar una voz que te hablaba directamente, con una intimidad que hacía que el horror se sintiera propio. En Un lugar soleado para gente sombría, esa voz parece haberse distanciado. Los cuentos, aunque bien escritos, carecen de esa calidez oscura que conectaba al lector con los personajes y las situaciones, haciendo que el miedo se sienta lejano en lugar de inmediato.

“ ‘Metamorfosis´ -sin duda mi relato favorito- es un ejemplo de un cuento donde Enriquez logra retomar su toque característico: una trama perturbadora que combina lo grotesco con lo emocionalmente profundo”

No obstante, la antología no está exenta de momentos memorables. “Metamorfosis” -sin duda mi relato favorito- es un ejemplo de un cuento donde Enriquez logra retomar su toque característico: una trama perturbadora que combina lo grotesco con lo emocionalmente profundo al estar una mujer atada emocionalmente a un mioma uterino, donde se acerca a los estándares que los lectores habituales esperamos de ella, aunque no alcanza la perfección de cuentos icónicos de sus antologías anteriores, como “El patio del vecino” o “Fin de curso”, contenidos en Las cosas que perdimos en el fuego.

Un lugar soleado para gente sombría podría entenderse como un experimento dentro de la trayectoria de Enriquez. Es posible que la autora haya querido alejarse de las expectativas que sus éxitos anteriores generaron, explorando nuevos horizontes narrativos. Sin embargo, este intento de cambio resulta, en parte, fallido para quienes buscamos en ella esa experiencia intensa y visceral que caracterizó sus obras anteriores.

Quizás lo más inquietante de este libro no sean los monstruos ni los rituales, sino la pregunta que deja en el aire: ¿qué sucede cuando una autora decide enfrentarse a su propia sombra? La respuesta podría estar en su próxima entrega, si es que los lectores—y ella misma—estamos dispuestos a adentrarnos en esa nueva oscuridad.

Referencias

Enriquez, Mariana. Un lugar soleado para gente sombría. Editorial Anagrama, 2024.